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(activismo poético)
La Palma, 2020
Decimarentena
(activismo poético).
[Versión digital]
2020
Índice
Introducción………………………………………………………….…………………..6
Ciclo de la vida…………………………………………………………………………32
Ciclo festivo…………………………………………………………………………….42
Ocurrencias humorísticas………………………………………………………………52
Temáticas……………………………………………………………………………….61
Reflexivas………………………………………………………………………………69
Líricas…………………………………………………………………………………..71
Metaliterarias…………………………………………………………………………...72
A pie forzado…………………………………………………………………………...73
Bibliografía citada……………………………………………………………………...97
A Baldomero Lorenzo, versador tijarafero,
gran amigo e informante. A la memoria del
puntal que nos dejó cuando revisábamos este
libro dedicado a la tradición que amó y nutrió.
Velaremos la llama.
Descansa en paz, maestro.
Introducción.-
1
Aludir la décima popular en Canarias remite, casi indefectiblemente, al modelo espineliano. La
décima espinela, estrofa de origen castellano, obedece al esquema: abba:accddc, con versos octosílabos y
rima consonante. Tal preceptiva, fijada en el canon culto, se flexibiliza un tanto en el cultivo popular,
donde las leves afecciones métricas y el empleo de asonantes se admiten en distinto grado, dependiendo
del nivel de exigencia definido en la tradición decimista en que se produzcan. Pese a su origen culto y a
su complejidad estructural, tanto sus propios atributos como determinados factores coadyuvantes
favorecieron su penetración en múltiples usos, costumbres y expresiones de carácter popular, entre los
cuales se consolidó y enriqueció. Dentro de esa vertiente, se expandió por Iberoamérica como semilla
potente, pegando en múltiples países de habla hispana y de habla portuguesa. Rico es el mapa de su
folklorización, constando aderezada de muy variadas y atractivas músicas y géneros.
En Canarias, la espinela consta empleada en su vertiente culta por los integrantes del Grupo
áureo de La Palma durante el siglo XVII, periodo desde el cual ha encontrado continuidad en esa
vertiente culta, llegando hasta poetas contemporáneos como Emeterio Gutiérrez Albelo y Arturo
Maccanti. Por lo que respecta a la vertiente popular, mediante libelos incautados por la Inquisición hemos
podido datar su uso desde ligeramente antes de la mitad del XVIII, siglo en que obran otras pruebas
documentales, como el diario en el que se recogen las décimas que un grupo de anónimos dedicó al
Corregidor La Santa Ariza en 1764, o las cuatro de aires goliardescos que abordan, mofándose de ella,
una absurda glosa propuesta en 1767 para elogiar los actos dedicados a la Virgen del Pino. El diario de
Fray Estevan de Azevedo, al que remitimos en primera instancia, ha sido íntegramente reproducido por
De la Rosa (1957), y la glosa espineliana —junto a la noticia de otras con afín propósito—, se consignan
en el diario de Lope Antonio de la Guerra y Peña, que ha sido editado (Guerra, 1951: 112-113). En
relación a este periodo, es pertinente apuntar que las capacidades lectoescritoras apenas existían entre los
sectores populares y que los miembros de la elite, armada de ellas, solían ignorar o despreciar las
expresiones populares, sin dejar constancia de éstas, salvo rara excepción. Por tanto, no se puede
descartar un cultivo popular anterior, del que no habría quedado registro, como cabe inferir del cultivo
oral y colectivo documentado desde la sexta década del XVIII, así como de ciertos indicios de
folklorización. Tanto en su cultivo improvisado como memorial (escrito u oral), los datos y documentos
sobre su empleo popular en las islas abundan desde inicios del siglo XIX, periodo desde el cual —en
coherencia con su arraigo y con el incremento de las competencias lectoescritoras entre los sectores
populares que la emplean— son crecientes hasta hoy. Funcionalizada en torno a diversos usos,
celebraciones, labores, relaciones, expresiones y costumbres locales, la estrofa arraigó hondo en las islas,
pudiendo reconocérsele transversalidad cultural. Tal es la significatividad comunitaria de la décima en la
cultura local que se la sitúa entre los principales símbolos de la identidad canaria (Centro de la Cultura
Popular Canaria, 1997) y se la alude expresamente en la nueva Ley del Patrimonio Cultural de Canarias.
Pero el dato mejor es que vive y ha vivido, alma adentro, apegada al sentir y al decir de los canarios.
6
Es cierto que la interacción músico-poética —más cuando sus contenidos son
improvisados, como sucede en el arte de los versadores— goza su plenitud en el
contacto directo, humanizado. Sin embargo, ante las circunstancias sobrevenidas y las
recomendaciones preventivas, no debíamos renunciar a sustituir temporalmente los
lazos del contacto directo por opciones de interacción multiformato permitidas hoy por
las nuevas tecnologías y recursos de la comunicación. Nuestra iniciativa, de hecho, fue
positivamente acogida por los invitados que, inmediatamente, comenzaron a escribir, a
compartir vídeos, documentos y audios, inundando de entretenimiento, compañía,
música y poesía aquel canal de confluencia cultural. Desde el primer momento, muchos
hicieron notar que la generación del grupo enfocado a la interacción músico-poética
cubría para ellos una necesidad. A la postre, expresaban, tanto en verso como en prosa,
que la participación en el foro y la opción de contar con la décima como vehículo
comunicativo en situación de confinamiento constituía una válvula necesaria, un cauce
de socialización y comunicación, una actividad balsámica, evasiva y culturalmente
constructiva. Algunos de los decimistas participantes en esta publicación presentaron
unas notas personales relativas a este último aspecto. Están recogidas más abajo y dan
un retrato matizado de la importante funcionalidad de la décima —y, dada la situación,
de la décima mediatizada— para los miembros del grupo, así como de la
significatividad identitaria y cultural que estos creadores confieren a la estrofa.
Fue por todo lo anterior que los miembros del grupo no pasamos la cuarentena, como se
impuso a la mayoría social, sino que pasamos la decimarentena, lo cual, aun estando en
casa, era más suave y llevadero. Las décimas que se transmitían no eran «décimas de
fiebre»2, sino décimas espinelas. El foro constituido ayudaba, precisamente, a que el
empleo de la décima —y la décima misma— no cayera en cuarentena. Y, a pesar de que
todos respetábamos las restricciones, las décimas corrieron de todos los colores.
Se encontrará en los textos enfoques, tonos y registros variopintos. Por lo regular, las
décimas emanaron con claras funciones que, a su vez, pueden identificarse individuales
o combinadas: expresivas, relacionales, identitarias, recreativas, evasivas, terapéuticas,
noticiosas, estéticas, denunciantes, concienciadoras, animadoras, movilizadoras o
transformadoras, entre otras. Esa polifuncionalidad redundaba principalmente en el seno
del foro, aunque mediante redes sociales y reenvíos externos también trascendía sus
límites.
Tanto en el marco local como el ámbito panhispánico, por sus atributos y prestancia, se
ha conferido históricamente a la décima un papel activista. Soporta, por reseñar un par
de ejemplos mayúsculos, ciertas canciones protesta de Violeta Parra (Chile) o ciertos
cantos de reivindicación proletaria de Ángel Valiente (Cuba). En el marco local,
podemos señalar ejemplos bien concretos: las conocidas décimas de Víctor Hernández
(La Palma) contra los precios abusivos impuestos a los productos de primera necesidad
o aquellas que José Hernández Negrín (La Gomera) afiló contra los exigentes procesos
de selección de la fruta, en perjuicio del campesino. Y sin necesidad de citar nombres y
2
Exprimimos aquí el atinado juego de palabras del poeta y amigo Eduardo Moga, quien titula
precisamente Décimas de fiebre un decimario suyo (Moga, 2014).
7
textos concretos, podemos subrayar que la reivindicación, la denuncia y la protesta
figuran entre las funciones históricas desempeñadas por los versadores3 canarios.
Quienes aquí reclaman mejorar un camino de acceso vecinal; allí denuncian que se
gastó demasiado dinero en una obra pública que no funciona; acá protestan contra una
prospección petrolífera en el archipiélago; allá reclaman fondos estatales y regionales
para paliar las consecuencias de un incendio; o en varios sitios participan en campañas
de sensibilización y concienciación. Y podríamos seguir durante páginas y páginas
poniendo ejemplos, aunque estimamos suficientes los expuestos. Asumiendo a Celaya
—muchos sin saber de él, o antes de que éste naciera—, para los versadores: «la poesía
es un arma cargada de futuro». Y para bien de su comunidad, que también es suyo, en
su expresión laten fuerzas accionadoras y transformadoras4, llegando a ver satisfechas o
atendidas ciertas demandas y reivindicaciones.
3
En Canarias, se denomina versador al improvisador de décimas espinelas, que, típicamente, las
canta por y las acompaña del género músico-poético del punto. Con el mismo significado se emplea
«versiador» y, a veces, «verseador». Optamos por la designación que consta con mayor antigüedad de
empleo y, a su vez, es la más extendida en la oralidad de las geografías históricamente significativas del
arte de los versadores, y también la reinante entre su militancia. Respecto al término «verseador»
advertimos una holgura semántica que afecta a la especificidad hermenéutica, en la medida en que
también se acepta para designar a los cultivadores de otras tradiciones repentísticas locales, e incluso, en
parte de las islas orientales, se llega a aplicar a transmisores de poesía memorial. Es por ello que el
término «verseador» requiere de matizaciones para remitir inequívocamente al improvisador y cantor de
décimas. De los tres referidos, el término «versiador» es el que menor vigencia presenta hoy, si bien tuvo
(con el sentido de versador) cierto calado en un área relevante para esta expresión etnográfica, como lo es
el área noroeste de La Palma —isla de mayor tradición y significatividad histórica para el fenómeno—,
no obstante allí hemos documentado una desoralización que atenta contra la dicción original,
desembocado en «verseador», con la amplitud e inespecificidad que ello acarrea contra nuestro propósito
de remisión acotada. Debe recogerse que el término «poeta», con toda su generalidad, abunda en la
tradición oral para remitir al versador.
Para referirnos a la manifestación en su conjunto, ponderamos la expresión «arte de los
versadores», en la cual englobamos la confluencia, interacción y sinergia de: improvisación poética oral,
décima espinela y género músico-poético del punto. El arte de los versadores canarios presenta relaciones
históricas y afinidades estructurales con el repentismo cubano, respecto a cuya cepa profesional ha
experimentado en sectores no miméticos una evolución marcadamente diferenciada, tanto en lo musical
como en lo compositivo. El género músico-poético del punto, vivo en las dos orillas, ha sido declarado
patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad por parte de la UNESCO. El punto, sobre todo cuando su
ejecución demarca matices de lugar, se suele adjetivar geográficamente. De hecho, durante nuestro
trabajo de campo alrededor de esta expresión hemos recogido muy diversas adjetivaciones, entre las que
abundan las de lugar, tal: canario, cubano, canario-cubano, cubano-canario, y dentro de cada marco, las
de matización zonal, (en Canarias, principalmente:) palmero, gomero, tijarafero, (en Cuba:) pinareño,
camagüeyano, espirituano, matancero, etc.
4
Para una mayor precisión epistemológica, podemos ceñirnos a la teoría austiana de los actos del
habla (Austin, 1990) y señalar, en base a sus posibilidades constatadas de incidencia extralingüística, que
en los mensajes versadores subyace potencial perlocucionario.
8
De ese caudal solidario hemos sido testigos directos en muchas ocasiones, e impulsores
en muchas otras. Dicha realidad nos ha permitido conocer la potencia transformadora y
enriquecedora que los versadores, músicos de punto y decimistas despliegan en su
contexto a nivel sociocomunitario. A ello hemos de sumar, obviamente, la amplitud y
cohesión de un colectivo consolidado a partir de afinidades folklóricas y literarias en
torno a expresiones etnográficamente significativas. Dicho rasgo redunda en fortalezas
y oportunidades, tanto a nivel identitario como cultural. Esa militancia cultural se
presenta aparejada al activismo social y a la solidaridad. Acometido mediante
colaboración en actividades como las apuntadas más arriba, o bien a través de los
contenidos mismos de las décimas, asiduamente reivindicativas, constructivas y ricas en
valores positivos.
Desde el inicio del confinamiento, los miembros del grupo produjeron y difundieron
contenidos de carácter motivante, alentador, empático, narrativo, concienciador o
crítico, entre otros. Muy fecunda fue una tendencia humorística que agradecían
visiblemente los receptores, dado que aliviaba los rigores y la incertidumbre, haciendo
olvidar, a ratos, la desgracia del Covid-19. Dentro del grupo, e irradiada hacia otros
grupos y redes, tenía lugar una actividad creativa que servía para comunicar, informar,
relacionarse, distraer/se y ocupar. Algo que sucedía multidireccionalmente. A los
contenidos cantados y musicalizados se sumaba un mayor disfrute estético para los
sentidos y, a su vez, la estimulación de beneficios propios de la musicoterapia. El foro
se consolidó como opción de relación poética y de ocio constructivo. Pero a los aportes
individuales proyectados hacia el exterior se sumaron acciones colectivas, como un
vídeo de décimas cantadas difundido para animar a los confinados, o el presente
decimario. En esta publicación confluyen muy visiblemente la militancia cultural y la
vocación de aporte social subyacentes en el grupo. Desde la idea hasta la realización
pasó muy poco tiempo. Propusimos realizar una compilación decimística en el propio
hilo de WhatsApp y publicarla inminentemente con el propósito de generar una opción
de entretenimiento para los confinados. El formato sería digital y el acceso sería virtual
y totalmente gratuito. Ahí se fundamenta el subtítulo entre paréntesis de esta
publicación, ese activismo poético: aporte creativo proyectado hacia la comunidad. La
décima popular siempre se ha mostrado sensible a y comprometida con los problemas
de su tiempo. Hoy se sigue mostrado así a nivel de contenidos y a nivel funcional. Da
alas a este libro que llega contra el tedio. Demos gracias a la décima, que nada ha
pedido a cambio.
9
El volumen de textos incluidos por autor es proporcional al grado de participación
decimística en el foro. Así mismo, se han compilado décimas de naturaleza oral y
décimas de naturaleza escrita, dominando estas últimas en el conjunto total y
explicitándose aquellos casos en que se presentan transcripciones de voz o canto5. A
determinados textos se aparejan coordenadas interpretativas o notas que, a nuestro
juicio, facilitarán una comprensión e interpretación más plenas. Los textos se presentan
agrupados en apartados según sus temas, características u orientaciones. En todo caso,
la autoría se explicita al pie de cada décima o grupo de décimas. A nivel formal, esta
publicación se adscribe al Proyecto de activación y afianzamiento del arte de los
versadores6 y a las actividades de dinamización y documentación de la Casa de la
Décima en Canarias.
Yapci Bienes
Coordinador de la Casa de la Décima en Canarias
5
El trasvase de la poesía de viva voz al formato escrito siempre acarrea pérdida, además de
suponer una violación de los códigos de emanación oral en que se produce y ostenta su plenitud. Se
pierden elementos paraverbales (tono, ritmo, emoción o intensidad), color y sentimiento. Contra las
ventajas de la comunicación directa o, en su defecto, soportada en formatos audiovisuales, se pierde el
arsenal no verbal, el lenguaje proxémico. Hay renuncia a enriquecimientos del mensaje y a elementos
coadyuvantes de la decodificación. Se tiende al empobrecimiento de los cauces de percepción sensorial,
otorgándole a la vista (al tacto, en el formato braille) un reinado en solitario. Y por si esto fuera poco, en
caso de que el texto sea originalmente cantado y/o folklorizado músico-instrumentalmente, se pierde el
canto y se pierde la música, lo cual supone un despojamiento de la plenitud y de la potencia subjetiva y
estética radicantes en su formato original. Pese a todo ello, el referido trasvase ayuda a la fijación,
estudio, preservación y transmisión de las emanaciones orales. Así mismo, abre una vía de inclusión
cultural, pues permite que la producción de autores de voz no quede al margen de publicaciones,
favoreciendo así la democracia cultural.
Procede señalar, por último, que la poesía oral, de acuerdo con su naturaleza, obedece a los
fenómenos y particularidades del habla y los dialectos, atendiendo a los cuales ha de analizarse, valorarse
y establecer sus coordenadas preceptivas.
6
Acción de animación sociocultural sistémica que dirijo y desarrollo, bajo el auspicio
institucional del Ayuntamiento de Tijarafe.
Otras múltiples acciones y proyectos enfocados a la vigorización de la décima popular y el arte
de los versadores he planificado e implantado durante los últimos años, tanto en el terreno del
voluntariado y/o del activismo sociocultural como en base a apoyos institucionales. Me he volcado en la
difusión de este patrimonio cultural, especialmente entre los sectores infanto-juveniles, procurando una
aproximación vivencial y, por consiguiente, una asunción y significación temprana. Transversalmente, he
acometido en sedes cívicas y centros de educación reglada una acción didáctica capacitadora, focalizada a
la promoción de aprendizajes participados y significativos, línea de acción en la que destaca el Taller
insular de versadores de La Palma. He estimulado la co-vivencia y significación intergeneracionales de
la poesía popular con proyectos específicos (Di-versos), o bien con ramas particulares de una ecología
cultural (Álbum de saberes populares). He trabajado en el campo de la dinamización cultural y fomentado
activamente el asociacionismo formal e informal, estimulando la cohesión, interacción y empoderamiento
grupal de la militancia. En base a la identificación de las relaciones positivas entre la animación
sociocultural y el patrimonio cultural inmaterial, he planificado e implantado intervenciones de animación
sociocultural sistémica, en las que he hecho confluir, de cara a una mutua nutrición, diversas líneas de
acción, que abarcan desde la investigación y archivística hasta la vivencia cultural en el seno del grupo,
con su debida proyección comunitaria. Basándome en el potencial positivo, motivador y transformador
latente en este patrimonio cultural también he diseñado y aplicado modelos y métodos de intervención
especializada, tanto en el marco de las terapias múltiples como de la intervención sociocomunitaria. Los
destinatarios directos de los proyectos y acciones referidos se contabilizan por miles. Conforme a los
indicadores cualitativos y cuantitativos acumulados, el impacto poblacional de estas intervenciones ha de
considerarse amplio y su incidencia directa altamente positiva.
10
Notas personales sobre la décima, en general, y sobre la décima como vehículo
comunicativo durante la situación de confinamiento (por orden alfabético de
aquellos autores que las presentaron).-
«La décima para mí es el mayor incentivo personal que cultivo, fruto de la inspiración
más pura y que me aflora en cualquier instante, tanto en momentos alegres como en
otros tristes y difíciles, como este que estamos viviendo, y me conlleva manifestarla
tanto escrita como oral, en aras del repentismo.»
Javier Cabrera
«La décima es un tendedero donde secar esos trapos que dan vueltas en tu cabeza…y
más en estos tiempos, donde la higiene es tan necesaria, qué mejor que limpiar, rematar
proyectos antiguos y sacar punta a una idea; plasmándola en décima… Una décima bien
recogida, será eterna… ¿A quién no le gusta esa idea?»
«Para mí la décima significa mucho, porque es una forma que uno tiene de expresarse.
Por lo menos a mí, me ha servido para expresarme con cosas que no me atrevo a decirle
a una persona directamente en la cara, pues, me ha valido, porque me han surgido varios
casos, y se lo digo en décima, y empatiza uno más. Y le gusta a la gente cuando se lo he
hecho, tanto a una persona porque le ha fallecido un familiar, o un suceso que le haya
pasado… Pues a alguna chavala también, que tú sabes que gracias a eso he conseguido
alguna, no voy a decir que no.»
Pedro M. Fernández
Neri Leal
«En estos momentos difíciles, donde el aislamiento pareciera que pudiera limitar nuestra
capacidad para comunicarnos con nuestros amigos, seres queridos, o simplemente
expresar a la sociedad nuestros pensamientos, la décima surge como un vehículo
plenamente actual, por cuanto se adapta a las nuevas formas de comunicación social
telemáticas y añade a esos mensajes una impronta artística que los convierte en una
forma viva de transmitir cultura.»
Marcos Lorenzo
«Tengo dificultad para abrir a lo escrito lo que pasa en mí. Pues vaya cosa. En este
tiempo de estar encerrado para cuidar y cuidarse, comentan los psicólogos y
especialistas que puede ser una buena válvula de escape. Me da que yo no
escapo…Bueno…Puestos a pensar sí hay una actividad que hace salir de mí eso que no
atrapo e intento atrapar, el ser improvisado de la poesía palmera, la décima tanto escrita
como cantada. Y este chat de WhatsApp creado expresamente para ayudar a pasar la
cuarentena a los que, como yo, necesitamos esa puerta trasera que nos da la poesía, este
12
virtual encuentro, me parece el lugar mejor para el refugio, donde unos y otros
conocemos y compartimos. ¡Gracias, compañeros!»
13
Décimas de carácter noticioso en torno al Covid-19.-
Por lo común, las versiones noticiosas poseen ciertos rasgos estables: fechado preciso,
desarrollo detallado del suceso y plasmación explícita de sus efectos en el contexto.
Tales rasgos coinciden con la vertiente noticiosa del romancero canario, que hace siglos
dominaba una función que, dado el vigor de la décima en este contexto, pasó a
compartir con ella, diríamos que aun cediéndole en el tiempo más reciente el dominio
de ese campo. Hemos de advertir que la ausencia de los rasgos señalados —se dé en
décimas o en romances— no permite negar la naturaleza noticiosa de las composiciones
populares, sino que restringe su encuadre en las coordenadas definidas de una versión
noticiosa de factura clásica. Sucede que la versión clásica se apoya en información
definitiva de un fenómeno o suceso, trasladando su incidencia final al verso. Cuando se
aborda una desgracia, esta versión puede arrojar cifras finales del desastre. Aquí, la
urgencia de una publicación que nace para ofertar ocio constructivo a los confinados
obstaculiza el desarrollo natural de versiones noticiosas clásicas respecto al Covid-19.
Eso no quiere decir que éstas no surjan, con datos definitivos y observaciones reposadas
del impacto de la enfermedad, incluso en el mismo espacio creativo donde recabamos la
siguiente muestra. Todo a su debido tiempo. De momento, aunque las circunstancias no
permiten que en los textos cuaje esa impronta, estamos en disposición de presentar ya
una muestra de composiciones dominadas por el carácter noticioso:
Coronavirus maldito,
el virus aterrador
que nos tiene en un temblor
sufriendo lo nunca escrito.
Yo no sé si error, delito,
o por una negligencia,
dejó notar su presencia
la pandemia virulenta,
que en miles de muertos cuenta
esa desastrosa esencia.
El diecinueve de enero,
llega el virus a La Gomera,
no se sospechó que fuera
pandemia del mundo entero.
Y que este virus tan fiero
14
nos pudiera así infestar,
y a tantos fuera a matar,
los más viejos a la tumba,
más la economía derrumba,
y nos fueran a encerrar.
Neri Leal
Neri Leal
Daniel Cruz
7
El texto recogido es transcripción de una composición cantada por y acompañada de punto
palmero, ejecutado al laúd por el propio versador. De ahí la referencia a cante.
16
para mañana continuar.
Jonay Castilla
Es el sueño americano
o canario que, sin prisa,
goza de la suave brisa
como maestro y buen anciano.
Los mayores son humanos:
¿en qué piensa la juventud?
Que no tienen la inquietud
de aprender de los abuelos,
para abonar este suelo
y recolectar virtud.
Ajenas a ese tono reflexivo, o bien mixturándolo con otros dominantes, emanaron
composiciones variopintas, con el Covid-19 y sus implicaciones como asunto nuclear.
17
guardemos los adoquines,
cuidemos nuestros jardines,
ya que el tiempo sí nos deja,
o encontremos la pareja
de todos los calcetines8.
Obligada cuarentena
cumplo por necesidad
y consciencia en sociedad
obvio que vale la pena.
Del desayuno a la cena
noticieros escuchando,
y pensando y repensando
en variados testimonios,
pregunto por qué demonios
esto nos está pasando.
8
Esta décima fue improvisada y cantada, a capella, por una tonada de punto palmero.
Presentamos la trascripción acometida a partir del registro audiovisual compartido en el foro.
18
quiero matar el berrinche
con el jugo de la parra
y agarrar a mi guitarra
y no perderme un guachinche9.
Neri Leal
Javier Cabrera
20
es nuevo virus mutado.
La vida nos han clausurado
y ahora el tiempo te sobra;
tu cabeza te maniobra
jugando con tus temores,
ahora todos somos doctores,
pero es que ninguno cobra.
Jonay Castilla
Grande es la Constitución
de libertad y valores,
con los derechos y honores,
de España, la gran Nación.
Empeños y corrupción,
presupuestos abultados,
y ahora más empeñados
con un virus que es tan duro.
Veo dudoso el futuro
con gobiernos enfrentados.
Neri Leal
Pedro M. Fernández
21
Duele en Estados Unidos
el virus aterrador,
sin sanidad, qué terror:
tantos seres desvalidos.
Que no surjan los olvidos,
sí esperanza en su futuro,
porque resignarse es duro
y aunque grande es su nación,
demasiada población
es carente de seguro.
En Bolivia y Ecuador,
donde abunda la pobreza,
es un rastro de tristeza
potente y desgarrador.
En África, arrasador
sufrimiento innecesario.
Si muchas muertes a diario
registran donde hay progreso,
pienso en quien no tenga acceso
a un sistema sanitario.
Por más oscuro que viniera el día, la esperanza arraigó como constante del paisaje
decimístico:
Asomada en mi ventana,
viendo el mundo florecer,
no queriendo entorpecer
el curso de la mañana,
esperando a la campana,
que dé orden de salida.
Mi pecho es pura herida
ante todo el sufrimiento,
pero no pierdo el aliento
de recuperar mi vida.
Privados del libre contacto con el exterior, los creadores buscaban en la naturaleza
signos interpretables en relación con el devenir de la situación.
En esas coordenadas, la luna debía imponerse a la niebla:
22
un luminoso detalle,
pero hay nublado en el Valle
y el no verla da pena.
Tres días durará en escena,
y dicen viene rosada.
Mirar al cielo me agrada
esperando algún mensaje
que al menos le dé coraje
a nuestra gente afectada.
Neri Leal
Neri Leal
10
Voz de ascendencia portuguesa, profundamente arraigada en las Canarias; la magua designa:
pena, lástima o desconsuelo.
23
el descampe es más hermoso.
Yapci Bienes
Neri Leal
24
y esa se llama: paciencia.
Pedro M. Fernández
11
Este localismo remite a la adquisición o posesión de características propias de la tea,
principalmente, su dureza y resistencia.
25
acorta su rumbo al nicho.
Yapci Bienes
Por la premura de los hechos, los límites de las restricciones impuestas por el estado de
alarma no eran plenamente conocidos por la opinión pública. En el ámbito nacional, los
bulos distorsionaban las fronteras de lo permitido. A nivel local, los chismes achacaban
sanciones falsas a las acciones admitidas. En dicho contexto, algo tan esencial y
cotidiano como adquirir alimentos, cobraba tintes de odisea:
Neri Leal
Pero entre las recomendaciones pautadas para efectuar adecuadamente las compras, se
filtraba la sorna alusiva a los productos estrella, cuya demanda y adquisición superaba,
inexplicablemente, la de geles desinfectantes y guantes:
Eso de ir al mercado
hay que hacerlo con sigilo,
sin perder nunca el hilo
y muy bien preparado.
Anotar bien el mandado,
no te vayas a olvidar
cuando entres a comprar
del rollo de papel suave,
cual roce pluma de ave,
que no es fácil de encontrar.
Marcos Lorenzo
En una situación de aislamiento doméstico, de palpable nerviosismo ante la evolución
de la pandemia, se dio alas a determinados placeres mundanos asequibles en el ámbito
doméstico. Se puede subrayar el gratificante buen yantar. La comida asomaba como
12
Pluralización de «cerca», a poca distancia. Constituye una expresión tradicionalizada en la
oralidad palmera, principalmente entre personas de avanzada edad.
26
tema decimístico, como detalle autobiográfico e incluso como refugio o alivio de las
circunstancias:
Tenía una garbanzada,
tenía un caldero lleno,
cuatro días y muy bueno
y ya no me queda nada.
Pero en esta jornada
al Spar yo pienso ir,
es que tengo que surtir
de productos la alacena
y seguir con la condena
intentando resistir.
Neri Leal
Héctor Piñero
Yapci Bienes
Neri Leal
Con la interacción directa limitada al entorno familiar, los miembros del grupo
reconocían la expresión e interacción decimística mediatizada como actividad segura y
constructiva:
13
Se refiere al fino versador y decimista Adrián Candelario Martín, quien editara tres decimarios
y colaborase con sus composiciones en múltiples programas de fiestas locales y testamentos satíricos
ligados a la celebración popular.
28
en las sendas del futuro.
Marcos Lorenzo
Pedro M. Fernández
14
No es infrecuente que la pujanza creativa impulse neologismos en el decir poético. En este
caso, la construcción aúna acertadamente un término reconocible y un sufijo típico. Así mismo, se ha
29
No me va a salir rentable
todo el sueño que he perdido,
mas sé que de lo vivido
jamás me podré olvidar
y cuando vuelva a volar
tendré el rumbo decidido.
Javier Cabrera
imbricado en unas coordenadas expresivas que favorecen la decodificación y, por ende, redundan en una
eficacia comunicativa que apoya su valor y validez.
30
Abrimos con una reivindicación del sector primario, semilla que brotó estimulada por
una lluvia que rompía un largo tiempo de seca:
I
Parece Dios que ha escuchado
nuestras sentidas plegarias
y va a mandar a Canarias
agüita, el bien más preciado.
Pues Viki Palma15 ha informado
que mañana va a llover,
ojalá pudiera ser,
su predicción se confirme
y el agüita por el firme
podamos verla correr.
II
Sin el agüita, compay,
nada tendría sentido,
porque el agua siempre ha sido
lo más preciado que hay.
Y si no llueve, caray,
la vida a joderse toca,
que en esta época loca,
a pesar de tanto invento,
lo primero es el sustento
para llevarse a la boca.
III
Pero hace falta algo más
para que el sustento llegue,
no solo que el árbol pegue
sino que haya alguien detrás.
Ese trabajo eficaz
es nuestro primer valor,
el dividendo mejor,
el más firme y más certero,
el que pone el ganadero
y pone el agricultor.
IV
Esto no es cuestión de ahora,
pues también es del mañana,
es la única ventana
que el futurible atesora.
15
Se trata de la meteoróloga de la televisión pública regional.
31
Es la verdadera aurora
aunque parezca increíble,
es la única posible
para un futuro mejor:
¡Ganadero, agricultor,
tú si eres imprescindible!
32
Ciclo de la vida.-
Mi hija en el hospital,
que va a alumbrar una nieta,
se le cumplió ya la meta
y parece muy normal.
Una niña original,
la que estamos deseando.
Y allí mi mujer cuidando
del entorno familiar,
ya solo queda soñar
y así todos esperando.
Neri Leal
Pedro M. Fernández
En buena parte de los mensajes se visibiliza y trata de legar a la recién llegada la pasión
mostrada por su abuelo hacia el folklore:
Felicidades abuelo,
es inmensa la alegría,
celebrar con la poesía
que se cumplen tus anhelos.
Cuando gatee por el suelo
y la veas crecer bien sana,
y que en sus venas emana
la música de corazón
y toque el acordeón
en el día de mañana.
34
En la respuesta se dejó entrever una mezcla justificada de dicha y amargura, dado que
las circunstancias impedían al propio abuelo abrazar a su nieta:
Neri Leal
Yapci Bienes
17
Aludiendo, pues, su avocación a uno de los ritos de iniciación típicos en el ciclo de la vida
canaria.
35
muy alegres y contentos,
disfrutando estos momentos
de niña tan deseada.
Neri Leal
Javier Cabrera
Y verso rodando, se llegó a la broma. No obstante, el terreno burlesco es uno de los más
prolíferos para la décima popular en La Palma, rasgo bien acentuado cuando su cultivo
es de carácter repentizado. Ya que las circunstancias privaban de las rondas versadoras
en vivo, se experimentó un desplazamiento de las coordenadas habituales:
La cúspide de poetisa18
la heredará del abuelo,
con el mayor desconsuelo
aclararles me precisa.
Hoy me causa a mí la risa
lo que mi mente acomete.
Ha nacido otra “Tolete”19,
que es valiente y no cobarde,
18
Si se coteja este verso con el octosílabo que cierra la décima anterior, a la que aquí se
responde, se observará una plena coincidencia. En esto consiste una técnica localmente extendida en la
improvisación poética, a la que, en el marco de la tradición del arte de los versadores, se denomina
popularmente «agarrar el pie» o «coger el pie». Dentro de la referida tradición, se trata de un recurso muy
valorado, en la medida en que el compositor demuestra con su empleo atenerse al mensaje de su
interlocutor y haber aguardado hasta la finalización discursiva del turno de aquél para iniciar la
elaboración de su respuesta, lo que trasluce virtud improvisatoria.
19
“Tolete” es el apodo familiar del destinatario. Convine señalar que el término posee una densa
significación, de lo que, en una composición con este tono jacarero, se aprovecha el decimista. Se juega
con una multidireccionalidad semántica que, en el léxico local, puede remitir, mayormente, a algo de gran
tamaño, o bien a un animal o persona lerda. Otras orientaciones del término, que no obran en el texto,
remiten al pene o, en el argot pesquero, la pieza en que se encaja el agujero de los remos, a fin de unir
estos con la embarcación.
36
dile a tu hija que me guarde
un poquito de belete20.
Daniel Cruz
La noticia halagüeña había tonificado los ánimos, despertando incluso las ganas de
chanza. Afloró así el humorismo con el que asiduamente se encaran los decimistas y
versadores, para fortalecer y celebrar, entre dimes y diretes, lazos de afinidad. Pero
aquel rayo de optimismo y aquella atmósfera de jovialidad poética se enturbiaron de
pronto. El ciclo de la vida, como hemos advertido más arriba, no se había detenido
durante el confinamiento. De hecho, seguía, en coherencia con su naturaleza acabadora,
cumpliendo sus estadios. Y en el propio seno de la comunidad versadora ocurrió la
pérdida. La noticia, como se ha hecho típico en La Palma, llegó en décima:
Marcos Lorenzo
Miguel Rodríguez Rodríguez (El Pinar, Tijarafe, 1945-2020), conocido por Miguel “El
Pinalero” por parte de la comunidad versadora, abandonaba corporalmente este mundo
el 28 de marzo de 2020. Fue Miguel un laudista de la vieja escuela, uno de los tocadores
avezados en el que se conoce localmente como punto tijarafero, variante tradicional del
género músico-poético del punto que, en Tijarafe, Cuna de los versadores, posee
matices de lugar. Miguel Rodríguez, era, además, un digno compositor de décimas21 y, a
la hora de interpretarlas, un tonadista capaz de reproducir y postergar algunos de los
tesoros singulares que conforman y nutren el patrimonio folklórico del punto palmero.
Se iba, por tanto, uno de los nuestros, militante musical del arte de los versadores,
concretamente un eslabón conector del presente con una etapa de gran esplendor, como
fue la era, entre otros, de Gregorio Rodríguez, Simeón Marichal y Eustacio Pérez
Reyes.
20
Los términos «belete» o «beletén» son empleados en Canarias para referirse al calostro.
21
Conste la siguiente prueba de ello, transcripción de una composición suya recogida oralmente
de sus propios labios mediante entrevista: «Caldera de Taburiente/ fue mi tierra más querida/ de
naturaleza y vida,/ con su precioso naciente./ Con mi corazón ardiente/ y con orgullo en mi alma/ la
serenidá y mi calma/ para poder sonreír/ y para poder decir:/-¡Viva la isla de La Palma!».
37
Con la noticia, arrancó la ronda de condolencias, de lamentos, de muestras de amistad y
aprecio, de reconocimiento artístico:
La tristeza se comparte,
sin duda, en cierto nivel,
porque marchaste Miguel
con la rima a otra parte.
Tú que fuiste un baluarte
de nuestro viejo folklor,
y que tuviste el honor
de cosechar la virtud;
ya no suena tu laúd,
hundido está de dolor.
Javier Cabrera
38
laucero22 y versador,
que, juntos en el folclor,
salía mucho conmigo.
Y hoy velarlo no consigo
al hallarme confinado.
Mi recuerdo emocionado,
descansa en paz, compañero,
mi amigo tijarafero,
que Dios te acoja a su lado.
Neri Leal
Daniel Cruz
Se va la mano curtida
de un trabajador sincero
y recordarte yo quiero
caminando en la avenida.
Cargabas el laúd en vida,
por el amor a la cuerda,
nunca dejaste que pierda
ni un poquito de misterio,
por tu quehacer tan serio
la décima te recuerda-
Jonay Castilla
22
Con este localismo, bastante arraigado en la zona oeste y noroeste de la isla de La Palma, se
designa a los laudistas.
39
y todo lo que aprendimos,
es por eso que decimos
hasta siempre compañero
que aquí venimos ligeros
y así mismito partimos.
Héctor Piñero
Pedro M. Fernández
En apenas unas horas, el ciclo de la vida nos había sumergido participativamente en sus
extremos. Del contagioso regocijo suscitado por un nacimiento en el seno familiar de
uno de los integrantes del grupo, descendimos al dolor de la pérdida. Esa tensión
—acaso proximidad— palpable entre los extremos de la vida, nos removió al unísono
fibra y reflexión, arrancándonos la siguiente décima:
40
a Miguel, "el Pinalero".
Así es este mundo fiero
que nos define la suerte,
un abrazo entre la muerte
y el sol de lo venidero.
Yapci Bienes
23
Por si este libro llega a ojos no canarios, tenemos la precaución de subrayar en cursiva las
designaciones de mañas propias de la lucha canaria contenidas en esta décima. Puede el interesado
consultar la ejecución de dichas mañas en Lucha canaria. Historia, mañas y vivencias (Ruano, 2004: 74-
95), donde, además de recogerse variantes y contras, se cita a ejecutantes destacados de las mismas. La
décima anotada nos remite a mañas típicamente empleadas por el despedido Perico Pérez.
41
La anterior décima de lamentación, acompañada de una dedicatoria y condolencias,
desempeñó en el grupo una función noticiosa, de ahí que la siguiente tenga un aire
dialógico con su discurso, si bien desplazando la personificación lastimera de las mañas
luchísticas a los topónimos:
Héctor Piñero
Ciclo festivo.-
Del mismo modo en que el confinamiento no pudo detener el ciclo de la vida, no
alcanzaba a detener la rueda del tiempo, aunque, a ratos, parecía distorsionar su giro
mediante el peso de una monotonía uniformadora de los días, moviente, en ocasiones, a
estados de indolencia o de molicie. Pero ni la rueda se detenía ni dejaba de contener los
que, en condiciones ordinarias, constituyen días señalados para la celebración. En
consecuencia, la reclusión doméstica obligó a vivir algunas fechas subrayadas en el
ciclo festivo local desde una nueva perspectiva. El cuerpo no estaba para fiesta, pero la
interiorización de lo festivo, la vocación celebrativa, no se suspendieron. Presentamos
aquí una muestra decimística que nos aproxima a este proceso de resignificación.
Día del padre:
Las décimas dedicadas al día del padre coincidían en una mirada preocupada hacia el
escenario desfavorable en que llegaba:
Hoy es el día del Padre,
fiesta muy importante
y creo que en este instante
el celebrarlo no cuadre.
Y también al buen compadre
le tengo que aconsejar,
que ahora toca descansar,
que este virus muy mal anda,
hay que olvidar la parranda
24
Este localismo de El Hierro designa a la oveja que ya ha dejado de ser cría pero que aún no ha
llegado a adulta. El autor, cabrero y miembro activo de una jurria de salto del pastor, prueba aquí dominio
del argot pastoril.
42
hasta lograrlo parar.
Neri Leal
En el almanaque asoma
que es diecinueve de marzo
y en mis décimas me esparzo
como en el aire un aroma.
La vida cogió carcoma
y el vino bajó a las madres,
pero en caseros encuadres
felicidades daré
a los llamados José
y a todos los que son padres25.
Yapci Bienes
Semana Santa:
En alto porcentaje, la población palmera es actualmente católica. Dominantemente, las
fiestas y celebraciones más arraigadas poseen una raíz o trasunto religioso. En conjunto,
las fiestas patronales ostentan una significatividad indiscutible dentro del ciclo
celebrativo. Sin embargo, el fervor y devoción locales son especialmente palpables
durante la Semana Santa, Corpus y determinadas procesiones y romerías.
La Semana Santa, en concreto, concentra una serie de tradiciones y ritos de especial
intensidad y simbolismo. Por ende, la supresión de la interacción social por el Covid-19
acarreó para creyentes una renuncia sensible. Desde el domingo de ramos se percibió en
el grupo el desplazamiento de la celebración al ámbito imaginativo:
Hoy es un día bonito
de salir de buena gana,
desde primera mañana
y volver con un ramito.
Pero hay que estar guardadito
que hoy es lo que es de recibo
y yo esta décima escribo
pa' aquel que se esté guardando
y como ramito le mando
una foto de mi olivo26.
25
Esta décima fue improvisada y cantada por punto palmero, ejecutado al laúd por el propio
versador. Recogemos aquí la transcripción del mensaje, efectuada a partir de un registro audiovisual.
26
Esta décima venía ligada a la foto de un olivo que el autor cuida en su jardín. No se olvide que
en el seno de la cosmovisión católica, la rama de olivo está provista de un intenso simbolismo, de rasgo
positivo. Entre otras interpretaciones, se asume como signo del porvenir bienaventurado, la cual es una
implicación bien pertinente en el marco de una pandemia. En Canarias, el ramo más típico para portar y
ornamentar en el Domingo de Ramos es el de hoja de palmera (Phoenix canariensis), aunque el uso de
gajos de olivo es algo frecuente allí donde puedan conseguirse.
43
Justo Roberto Pérez Cruz
Neri Leal
Javier Cabrera
44
de mi amiga la palmera27.
Yapci Bienes
27
Esta décima se compartió acompañada de una fotografía de la autora, en la que una esbelta
palmera canaria reinaba en el paisaje soleado. Al ramo de olivo propuesto en la anterior décima-foto, se
respondía con una palmera entera, ofrecida en otra décima-foto. Con su original formato, el diálogo
intensificaba la estimulación visual. De fondo, la interacción simbólica era densa, por analogía, los
verdores llamaban a esperanza, la luminosidad invitaba al optimismo, los árboles mismos (el olivo por su
fortaleza y connotaciones de paz, la palmera por su esbeltez y por su poder identitario) invitaban a la
celebración conjunta del futuro. Resta decir que el empleo de ramas y elementos vegetales en la ritualidad
canaria se remonta a la cultura indígena, aunque no deja de ser una constante etnográfica, tanto desde la
perspectiva geográfica como diacrónica, por cuanto de conexión se identifica entre la fertilidad vegetal y
la carnal.
28
Su esposa es andaluza. Natural, concretamente, de un pueblo rodeado de olivares.
29
Su empleo está documentado desde la segunda década del siglo XVI, si bien su profusión
literaria llega con los principales autores del Barroco, después, eso sí, de que Vicente Espinel, Baltasar
del Alcázar y ciertos anónimos recogidos en cancioneros la hubieran cultivado, al parecer, hacia las dos
décadas finales del propio XVI. Las cumbres de la edad de oro de nuestra literatura, con el poder
proyectivo que ello supone, la emplearon magistral y abundantemente. Ese es el proceso que hemos
calificado de «periodo de popularización literaria de la décima espinela», a riesgo de contravenir las
etiquetas asentadas en la taxonomía filológica, tendente a la confrontación cerrada entre popular y culto.
45
A continuación, presentamos una obra de sentimiento creyente, elaborada sobre glosa y
compartida en Decimarentena el día de Jueves Santo:
Al Cristo de La Laguna
mis penas le conté yo
sus labios no se movieron
y sin embargo me habló30
I
Pasar la Semana Santa
refugiado en cuarentena,
esto si es una faena
que con paciencia se aguanta.
Metido bajo la manta
cuan la capa de la tuna,
porque estar bien es fortuna
y aunque hoy no haya salido,
su protección yo le pido
al Cristo de La Laguna.
II
Yo recuerdo en la alborada
subir con gran devoción
para ver la procesión
del Cristo en la madrugada.
Pero aunque en esta jornada
la procesión no salió,
porque esta vez se cruzó
este virus imprevisto,
esta vez también al Cristo
mis penas le conté yo.
III
El cofrade con su vela
esta vez se quedó en casa,
pero aún sonaba en la plaza
la malagueña a capela.
Y, ante su imponente estela,
aunque esta vez no salieron
30
La planta o glosa empleada aquí por el decimista es obra de Rafael Hardisson Pizarroso (San
Cristóbal de La Laguna, 1894-Santa Cruz de Tenerife, 1966), musicólogo que empleaba frecuentemente
el pseudónimo Amaro Lefranc. La referida copla goza, desde hace décadas, de una gran popularidad en la
región canaria, donde muchos la entonan y recitan desconociendo a su autor. Como expresó Machado:
«Hasta que el pueblo las canta,/ las coplas, coplas no son,/ y cuando las canta el pueblo,/ ya nadie sabe su
autor.» En base a esta copla, nos referimos a la anonimia, la semianonimia o a la discusión autoral de la
poesía popular como «rasgo machadiano de tradicionalización».
46
y aunque los fieles dijeron
sus plegarias fervorosas,
hoy de sus bocas piadosas
sus labios no se movieron.
IV
Aunque el Cristo lagunero
no salió en la madrugada,
visitó en esta jornada
cada corazón sincero.
Y en albor mañanero
quien su plegaria entonó,
de seguro que sintió
en su alma de penitente:
«estuve este año ausente
y sin embargo me habló.»
Si bien encontramos composiciones en las que se trasluce el fervor religioso y/o el dolor
por la ausencia de los típicos actos presenciales, la décima, tan tendente a picardías, se
detiene en algunos de los aspectos más mundanos de la fiesta. Y ahí cumple su oficio de
dar filo:
Pedro M. Fernández
47
de comprar un chuletón,
porque el cura no te deja.
Yapci Bienes
Al bombeo de la primavera, la Isla Bonita —isla verde con forma de corazón— rompe
en flor. La flora silvestre, diversamente coronada, es todo un espectáculo. El paisaje
entra en apogeo. A ello se suma, en determinados cultivos relevantes para la producción
y el autoconsumo, el ilusionante tiempo de la siembra, inicio del ciclo secular y circular
de la cosecha. «Fluren» y granan los racimos de la viña, ilusiones de vino. Alargan las
tardes y mejora sensiblemente el tiempo que, si regularmente suele ser benigno, tiende a
excepcional por estas fechas. Luz, verdor y siembra son signos de la primavera, estación
del amor, como la definiera Caro Baroja (1979), quien observó las influencias e
interacciones entre el esplendor vegetal y el amor, la correlación entre la sangre
48
enardecida y la sabia que, hecha fruto, la alimenta. Los palmeros, amantes de la siembra
e inmersos en la pujanza vegetal y paisajística, en el colorido y los augurios de frutos
venideros, viven la primavera como un gozo directo, mientras que, a nivel
intersubjetivo, la han significado como periodo acentuadamente positivo. La calidez, la
luminosidad creciente, la exuberancia floral y aromática confluyen en la atmósfera
primaveral, espoleando los sentidos y suscitando una temposensitividad31 bienhechora,
estimulante. Las connotaciones favorables de la primavera, momento de siembra y de
temposensitividad propicia, se han interiorizado. De ahí que, en el contexto, las
referencias a la primavera o sus atributos sostengan, a menudo, cargas simbólicas de
signo provechoso que no precisan de explicitación para una plena decodificación.
Nuestro trabajo de campo en torno a la décima popular en las islas revela que la estrofa
ha estado fuertemente funcionalizada respecto al ciclo de la cosecha. De hecho, tanto en
su vertiente improvisada como en su vertiente memorial, consta su utilización como
canto de laboreo y como canto ligado a tareas intensivas acometidas colectivamente
(despalilladas de tabaco, descamisadas de millo y pelas de tunos y almendras), durante
las cuales contribuía simultáneamente a mantener el ritmo y a contrarrestar la
monotonía de tales labores. Además de la rítmico-productiva y la evasiva, en este
último uso la décima poseía también una función relacional, en la medida en que era un
vehículo de comunicación y trato comunitariamente admitido entre los pretendientes. A
estos usos se suma el celebrativo, principalmente aportado por el arte de los versadores
o, en ausencia de improvisadores, por la décima cantada, durante las gallofas y juntas en
las que comida y música premiaban la participación solidaria en trabajos exigentes y
apremiantes, como las cabas de viña o la vendimia32. La relación de la décima con el
ciclo de la cosecha no se limita a estos usos, pues, a menudo, toma por tema alguno de
sus momentos, alude o elogia sus productos. Y si los usos anteriormente observados se
limitan a la décima oral, en la décima escrita es reseñable la alusión a cosechas
excepcionales por parte de los decimistas palmeros. En este terreno son especialmente
conocidas determinadas composiciones de Vito Gómez, Adrián Candelario o Justo
Roberto Pérez Cruz, versadores y decimistas de tres generaciones diferentes.
Bienvenida primavera
con tus brotes de esperanza,
mientras esta vida avanza
contra pandemia severa.
Miro al futuro y quisiera
31
Un espléndido estudio sobre la temposensitividad en relación al ciclo agrario tradicional ofrece
Alberto del Campo Tejedor (2006a: 159-203).
32
Caso concreto en el que reflejaban la alegría de haber asegurado el fruto y de prever el vino
que regará futuras diversiones.
49
pasar esta tempestad,
y conmueve en realidad
pasar los momentos duros
viendo, ante días oscuros,
unión en la humanidad.
Más expresamente, se puede plantear el inicio del ciclo de la cosecha —en combinación
con otras labores de autoabastecimiento campesino— como prevención asequible contra
una previsible crisis:
Hoy me hice un semillero
para tener col lombarda;
que esto tanto no me arda
con comida en el caldero.
La cosecha es lo primero
para un fruto de alimento.
Tengo el entretenimiento
que en primavera florece
y, si el fruto bien me crece,
también sirve de sustento.
Pedro M. Fernández
Javier Cabrera
Mejor cuaja y vigoriza la siembra con su adecuada fertilización y estímulo. De ahí que
la lluvia, que caía rompiendo un largo periodo de sequía, se recibiera con ilusión por los
verdores ansiados, el real de las plantas (que darán sombra y alimento) y el simbólico de
la esperanza (oxígeno casi en una situación de infección masiva y ante un horizonte de
incertidumbre):
Ya comenzó la alegría
con este agua de los cielos
para calmar los anhelos
que nuestra tierra tenía.
Se alivia así la agonía
de un buen campo al parecer,
yo me alegro porque ver
la sequía sufrir derrotas,
es, con esperadas gotas,
ver todo reverdecer.
51
sabiendo que el tiempo guiña
un reposo merecido,
y que al fin nos ha llovido
pa'l plátano y pa' la viña.
Ocurrencias humorísticas.-
Acaso por la propia prestancia del molde, acaso por el espíritu dicharachero dominante
en los palmeros, o bien por la confluencia de ambos factores, la décima popular ha
encontrado en la isla una de sus vetas más recurrentes y fecundas en los terrenos del
humor, la sátira y la burla. Ese rasgo no es exclusivo del cultivo popular. No obstante,
los tonos jacareros operan en la producción espineliana de ciertos autores cultos
naturales de La Palma. Ya desde el siglo XVII, este rasgo es patente en la obra de Pedro
Álvarez de Lugo y Usodemar33 (1628-1706), en cuyas décimas domina.
Frente a los cambios vitales y los asomos de impaciencia y desesperación desatados por
el confinamiento, la décima asumió su responsabilidad en materia de risoterapia. Los
divertimentos decimísticos valían como válvula antiestrés para sus autores y como
evasión o abstracción momentánea para sus receptores. El humor, a su vez, ayudaba a
sacar el lado bueno del hombre y la existencia, incluso en los terrenos y circunstancias
de mayor rigor o turbiedad. He aquí una muestra de esos benditos islotes:
33
Ya que no es caso aislado, baste el siguiente ejemplo para ilustrar su veta burlesco-
escatológica. Citamos por la edición de Joaquín Blanco (1984: 253): «Ser airosa por detrás/ cosa es tan
sobresaliente/ que cuando menos se siente/ es cuando se siente más:/ y así sabe que aunque das/ las balas
del nalgar cabo,/ con estruendo menos bravo/ cualquier nariz sin antojo/ ve con el rabo del ojo/ faltas del
ojo del rabo».
52
Si sigo de esta manera,
me pasará cualquier rato,
que se me pierde un zapato
y lo encuentro en la nevera.
34
Recogemos aquí nuestra transcripción del documento audiovisual.
35
Localismo que designa un tipo de cestos plásticos sin intersticios, provistos de asas y con
capacidad aproximada de carga de unos 25 a 30 kilogramos de fruta o verduras. Asombra la variedad de
términos afines existentes para referirse a este mismo útil en La Palma, nos constan: samuro, taturo,
pereto, sereco, sereca, caneco, cesto o cesta. En el referido contexto su empleo está profundamente
extendido en el laboreo agrícola, ganadero y pesquero, así como en funciones de almacenamiento.
36
Este canarismo designa la escalera de tijera.
53
Y pese a tanto bregar
la panza se me desborda:
eso es que el deporte engorda,
y lo tendré que dejar.
Yapci Bienes
37
Voz arcaizante, equivale a «aunque». La preservación del léxico local, así como de ciertas
semánticas particulares, es frecuente en la décima palmera popular, rasgo en el que identificamos y
subrayamos un valor lingüístico e identitario.
54
Y de verdad yo les digo,
con la verdad en la mano,
en esta estación de plano,
que no habrá quien desmerezca
comerse una breva fresca
bajo el calor del verano.
Con frecuencia, ante muy diversos temas, las décimas cobran su sentido satírico y/o
burlesco en un hachazo final. Este es un buen ejemplo:
38
Para ahondar en esta manifestación recomendamos el estudio de Alberto del Campo (2010),
quien documenta su profusión en la Antigüedad clásica y visibiliza la asunción y continuidad de algunos
de sus rasgos en la poesía hispánica burlesca, dentro de la cual perviven.
55
o los que en este país
tan solo viven del cuento.
Yapci Bienes
56
El segundo lance es un canto a la amistad y la tierra:
En tierras funcalenteras
crecen las matas que están
sembradas en el volcán
con raíces verdaderas.
Esas matas tan sinceras
se nutren en lo profundo,
por eso es que yo secundo
lo que aquí les explicito,
sin mi amigo Joseíto,
qué sería de este mundo.
Héctor Piñero
Joseíto Bienes
Cualquier tema valía para acometer estas interacciones decimísticas, incluso las propias
observaciones respecto a los medios tecnológicos que soportaban esa comunicación:
Neri Leal
39
San Antonio y Teneguía son volcanes de Fuencaliente de La Palma, cuna del decimista.
57
Pues yo ahora voy pasando
cosas al ordenador
para que funcione mejor
y no vaya saturando.
Se comienza bloqueando
para poderte avisar
que algo debes de borrar
de la tarjeta memoria
y el móvil verá la gloria
sin un técnico buscar.
Pedro M. Fernández
Joseíto Bienes
58
Y, entre Gregorio y Cuquillo40,
sueño ramas que se elevan,
y olvido a los que se llevan
por las leyes del cuchillo.
Yapci Bienes
Joseíto Bienes
Yapci Bienes
40
Se refiere a Gregorio Rodríguez, “el Poeta” y Vito Gómez, “Cuquillo”, cumbres de excelencia
dentro del arte de los versadores canarios. La semántica es densa. Puede referirse a que, en tanto militante
de la tradición, se expresa entre el legado cultural de los referentes, o bien puede interpretarse desde una
lectura geográfica, puesto que el sur en el que canta está ubicado entre los municipios de cuna de los
aludidos.
41
Se refiera Domingo Méndez, amigo del versador, personaje bien conocido y apreciado en el
seno del grupo. La alusión a referentes circunstanciales es recurrente en el arte de los versadores. En el
marco performativo presencial se enfoca, principalmente, a captar estímulos visibles o latentes que
subrayen el carácter naciente de las décimas, a veces dando vuelcos a la visión imperante de las cosas y,
en la mayoría de ocasiones, favoreciendo la eficacia comunicativa de lo creado.
42
Antes de la recogida en su turno, Joseíto Bienes arrancó otra décima diciendo: «El cuchillo yo
lo llevo/ para cortar esas ramas…». Está contenida en una nota de audio afectada por un pitido intenso
que le distrae, lo cual reparó el versador velocísimamente con la transcrita. Dicha décima afectada rezaba
hacia el final: «ignoras esa partida». A dichos estímulos discursivos se responde la alusión a los actos de
ignorar y de podar en esta décima, dado que Yapci está contestando aquí a los dos audios de Joseíto.
59
Si yo me quedo sin fruta
eso no voy a extrañar,
porque yo puedo cambiar
para coger otra ruta.
El podar no se discuta,
porque, de cierta manera,
el cuchillo no se entera
en la cosa que yo rodo43,
porque cada vez que podo
utilizo la tijera.
Joseíto Bienes
Yapci Bienes
Joseíto Bienes
Si a ti podar te distrae,
tu flor poco reverbera,
porque plantas la bandera
y al momento se te cae.
43
Conjugación localista. Advertimos que, pese a su aparente mayor afinidad fónica con ruedo
(de rodar), equivale a roto, de rotar.
60
La conclusión que se extrae,
tú la sacas a las locas.
Y en el punto, me provocas,
pero veo tus heridas:
tú plantas muchas seguidas,
pero te florecen pocas.
Yapci Bienes
Merece observar que este formato de confrontación, el pique, constituye entre la afición
general la expresión o tendencia más afamada, reclamada y valorada del arte de los
versadores. Como bien ha expresado el músico local, Irineo Acosta: «aquí gusta la
poesía, pero la sangre gusta más». Estos piques pueden indagar líneas burlescas y
satíricas con marcada crudeza, pero también tomar rumbos argumentativos, o bien
entremezclar ambas perspectivas a lo largo del intercambio. Sean del tipo que sean, su
desarrollo exige a los versadores el máximo despliegue de recursos y técnicas
comunicativas. Algunos versadores han sido especialmente alabados por su destreza y
efectividad en este terreno, cabe citar a: Eustacio Pérez Reyes (La Palma) y Francisco
Arteaga (La Gomera).
Temáticas.-
Ante un fenómeno del calado del Covid-19, las emanaciones se impregnaban
mayoritariamente de contenidos relacionados con éste. Pero no debe obviarse que una
de las funciones históricas de la décima en Canarias ha sido la distractora. En
consecuencia, ante una situación tan terrible, la expresión decimística entró en otros
muchos temas durante el confinamiento, lo que puede considerarse una evasión creativa
transitoria. A su vez, los cimientos del mundo estremecidos provocaban un temblor que
empujó a los creadores a buscarse y sembrarse en la función identitaria de la décima, lo
cual ocurría en torno a símbolos y prácticas de intensidad simbólica. Presentamos a
continuación algunos ejemplos de las tendencias referidas.
Al drago:
De acuerdo con lo defendido por García, Martín y Wildpret (1997: 431): «Quizá no sea
aventurado considerar al drago (Dracaena daco) como el vegetal más emblemático de
Canarias ya que, a pesar de no ser exclusivo de ellas, su portentosa e inconfundible
estampa ha sido relacionada desde tiempos remotos con las Islas Afortunadas». No en
vano, la investigación de estos autores sobre el drago figura en Los símbolos de la
identidad canaria (Centro de la Cultura Popular Canaria, 1997), entre los que, por su
significatividad, es incluido este árbol.
61
Fíjense qué maravilla,
en la foto que hoy les hago
se puede ver ese drago
preñadito de semillas44.
Creo en la vida sencilla
que me muestran sus razones.
Él sabe que sus plantones,
si se los deja medrar,
pueden servirles de altar
a nuevas inspiraciones.
Héctor Piñero
A nuevas inspiraciones,
lo que mandas es un placer.
Quisiera darte a saber
que yo ya tengo unos plantones.
Son de nuestras tradiciones,
de nuestros paisajes canarios.
Aunque parezca extraordinario,
uno se muere enseguida
y ellos se quedan en la vida,
porque el drago es milenario.
Daniel Cruz
Neri Leal
44
Adjunta a la décima, presenta el autor una hermosa fotografía de un drago que él mismo
sembró hace años.
62
Himno al drago canario
Yapci Bienes
Héctor Piñero
A las brujas:
63
La tradición oral, tanto en forma de anécdotas como de leyendas, ha sido uno de los
principales cauces de conocimiento. En el campo de la investigación, el pequeño estudio
de Sebastián Jiménez Sánchez (1955) se ha convertido en un clásico introductorio. La
etnografía regional de Bethencourt (1985) merece ser destacada, tanto que Carmelo
Lisón Tolosana, referente antropológico, la calificó de pequeño tratado en la materia.
Domingo García Barbuzano (2001) ha dedicado al tema una digna monografía. Y
Lothar Siemens (1970) ha indagado expresamente en su dimensión músico-danzaria, de
la que se conservarían, al menos hasta hace unas décadas, bailes, coplas y melodías,
identificadas como herencia del folklore peninsular. Uno de los bailes ligados a las
prácticas brujeriles que se ha conservado es el gorgojo, de copla y gestualidad
lascivamente connotados.
Durante los siglos XVI a XVIII, constan numerosos procesos inquisitoriales iniciados
en diversas islas por acusaciones de brujería, hechicería y/o superstición, lo cual
visibiliza, en parte, el archivo de la inquisición alojado en el centro de documentación
del Museo Canario. Pese a lo tanto que se desconoce sobre la brujería canaria, en el
acervo popular han calado algunas creencias y supersticiones relacionadas con su
mundo. Éstas han llegado a inspirar e impregnar emanaciones literarias, encontrando en
verso y prosa nuevos cauces de fijación y transmisión. Sus trucos de recolección
enfocados a potenciar las propiedades de las hierbas y determinados usos y prácticas
curanderiles achacados a su perfil han ingresado en el campo de la etnomedicina del
archipiélago. En su territorio abundan los bailaderos o llanos de las brujas, donde se
convocaban las juntas de aquelarre, lo cual deja constancia topográfica de la celebración
de esas prácticas. La dejan de la existencia de sus autoras diversas montañas y
degolladas denominadas “de las brujas”. Mediante un estudio de caso, en una reciente
investigación (Bienes, 2018) abordamos sucintamente este tema, identificando una
funcionalización controladora y protectora de los menores palmeros a través de miedos
infundados respecto a la figura de las corujas, aves rapaces que salen al oscurecer, y
cuya figura se ha asociado en el imaginario local a transfiguraciones de las brujas.
45
Este localismo adjetiva remitiendo a las características de lo ferruginoso. En determinados
contextos expresivos se emplea para referirse expresamente a la herrumbre, pudiendo figurar también
«ferruge».
64
Defendiendo sus altares
de la presión extranjera
y llegó la carretera,
comienzo de sus pesares.
¿No eran esos lugares
sus mejores andurriales?
Echaron plagas y males
sobre los guardiaciviles
que cerraron los carriles
desde el Corcho hasta Nogales46.
Héctor Piñero
A la música balsámica:
46
En comentario anexo a las décimas, el autor explicita para facilitar la comprensión: «No las
dejaban pasar por la carretera».
47
De este apasionante tema se ha ocupado nuestro ilustre paisano José Pérez Vidal (1943 y
1944), quien refleja una efectividad intersubjetivamente asumida en la pesca de la morena, de lo cual
hemos sido testigos directos en el sureste de La Palma.
65
de color y de alabanza.
Cuando mi locura alcanza
un nivel de pensamiento,
cundo al entretenimiento
que mi corazón alienta,
hoy sí me puse contenta,
viendo florecer talento.
48
«Échate una perra de música» o «lárgate una perra de música», son expresiones
tradicionalizadas en el contexto para pedir a un ejecutante algo de música. Dichas expresiones provienen
del tiempo y usos de los músicos ambulantes, quienes medían la duración de sus intervenciones en dinero.
66
encerrado cada día,
sin acordeón sería
muy triste el bello hogar.
Si me suelo desahogar
encerrado sin esfuerzo,
practico bastante el verso,
con acordeón el cante,
pero sin un contrincante,
bien no afino, me disperso.
Neri Leal
Vida extraterrestre:
Pero no sólo de referencias potenciadas intersubjetivamente se trataba en el grupo.
Cualquier tema tiene jugo para decimar. La motivación de las composiciones puede
surgir de una mirada al cosmos, de una pregunta ante su inmensidad:
Hoy les quiero preguntar
con nuestro verso infinito,
si aquí hay algún erudito
que me pueda contestar.
Sin explorar todo el mar
porque nos cuesta un esfuerzo,
como interrogante ejerzo
y pienso, hacia donde vamos:
¿si creen que solos estamos
en el inmenso universo?49
Y las respuestas, una vez asumidas las coordenadas temáticas, pueden enfocarse
humorísticamente, a fin de restar filo a la situación pesante:
49
Dada su estructura y propósito, esta composición puede enmarcarse en el género literario de
las preguntas y respuestas. Dicho género, emparentable con antecedentes juglarescos y trovadorescos
como la tensó y el partimen, gozó de amplia estima y profusión entre los poetas españoles, de lo cual
dejan constancia abundantes ejemplos conservados en cancioneros, sobre todo fechados durante el siglo
XV e inicios del XVI. Por otra parte, el cultivo de este género con la décima espinela consta en diversos
enclaves del ámbito panhispánico, siendo especialmente reconocidas las interacciones cultistas de los
cubanos Limendoux y Santana. En el contexto canario, consta el empleo eventual del género en el arte de
los versadores, pese a la dificultad que conlleva formular cuestiones y responder en una estructura poética
fija durante una interacción repentística. En el caso aquí anotado nos situamos ante décimas escritas.
67
Si existe alguna masa
con un ojo y protones,
con mejores decisiones,
te lo digo de antemano:
me caso con el marciano
y vengo de vacaciones.
Yapci Bienes
Una vez asentado el tema en el foro, su reorientación hacia la perspectiva de los cánones
de socialización resultó muy ilustrativa:
Yo desentono en el plano
de pensares de mi edad
y hasta pienso, en realidad,
que quizás yo soy marciano.
Soy distinto a cada hermano
si quieren que lo demuestre,
cada idea que yo secuestre
entre versos se las doy,
y con lo raro que soy
parezco un extraterrestre.
68
y mi prima me lo dice
con Alf tengo un parecido.
Pero hay algo más jodido
sí mi barba se destaca,
con vacilones me ataca
mi hermanito algunas veces,
y dice: - Cristo, pareces
el mismísimo Chewbacca.
E invita a pensar bastante el proceder humano ante esos prototipos y ante el hábitat que
les asigna el decimista:
Salió E.T. a pasear
por esos montes de Marte
y encontró por una parte
un astronauta peculiar.
A él le fue a preguntar
que a dónde se dirigía,
ceo que le mentiría
pues le dijo aquel paisano
que iba al monte de Urano
y a él no colonizaría.
Pedro M. Fernández
Reflexivas.-
Las circunstancias extremas a las que ha conducido la pandemia del Covid-19 imponen
un estado de profunda reflexión. La disponibilidad de tiempo en casa coadyuba a
canalizarla creativamente. Pero no toda reflexión giró en torno al virus y sus
consecuencias, tendencia que sí se dio, como se ha ejemplificado más arriba. De hecho,
brotaron múltiples décimas de carácter reflexivo que indagaban en otras direcciones:
69
me pasan ahora facturas.
Jonay Castilla
Si la parca me llamara
en mi viaje hacia el ocaso,
le puedo salir al paso
y mirarla cara a cara.
En mi verso se declara
mi pensar observador,
hay quien piensa aterrador
ese momento veraz,
pero yo me siento en paz,
no guardo ningún temor.
Pedro M. Fernández
Procedemos de no ser
y a no ser encaminamos,
porque de prestado estamos,
ninguno escoge nacer.
Aunque no hay nada que hacer,
no todo es un varapalo,
si hay algún ratito malo
y hay alegría escondida,
más aprovecha la vida,
que este tramo es un regalo.
70
Hablar con tu propia mente
es un acto interesante,
pues siendo autodialogante
se supera el mundanismo,
y conocerse uno mismo
es demasiado importante.
Líricas.-
Por qué será el dolor un germen tan fructífero para la poesía y habrá convocado el
desgarramiento históricamente tantos versos. Por qué será que el borde del abismo
invita a cantar, y que el canto cobra tanta fuerza ante la situación extrema. El tormento
es un árbol apto para el florecimiento lírico:
71
pobladores de las sienes,
dignos de reconciliar
la aguja con su pajar
o al diablo con los edenes.
Yapci Bienes
Metaliterarias.-
Sean cuales sean las circunstancias, para el creador es difícil abstraerse íntegramente de
la reflexión en torno a los procesos y mecanismos subyacentes en su acción creativa.
Los accionamientos o efectos suscitados por dicha creación no se desligan de ella. En
ese sentido, señalaremos que en Decimarentena afloraron múltiples composiciones de
carácter metaliterario, de las que tomamos la siguiente muestra:
La imaginación permite
pasear entre nuestros sueños;
con fantasiosos diseños
en cada ser se repite.
Hoy deseo que me invite
mi musa a soñar con ella,
y persiguiendo esa huella
de soñadores rotundos,
pasear por distintos mundos
y pasar por cada estrella.
Héctor Piñero
Marcos Lorenzo
A pie forzado.-
A grandes rasgos, el pie forzado constituye un reto creativo, consistente en la
imposición de un verso a un poeta con el propósito de que éste cierre su composición
con él. Dicho ejercicio goza de especial vigencia en el ámbito de la improvisación
poética, dentro de la cual consta desde hace siglos. De hecho, infiere Pedrosa (2000: 96-
98) del análisis ciertos pasajes de Las mil y una noches, compiladas entre el final de la
Antigüedad y el del Medievo, que la imposición de pies y cabezas forzadas fue
recurrente en la tradición persa y árabe-oriental. Además de por su solvencia y calidad
repentística, en el contexto español ganó tintes legendarios por su capacidad para
resolver pies forzados dificultosos el repentista Juan Bautista de Vivar, quien fue
elogiado nada menos que por sus contemporáneos Lope y Cervantes. En el contexto
hispanoamericano se destacó por su virtud para resolver pies forzados difíciles el
mexicano José Vasconcelos, “el Negrito poeta mexicano”.
Tanto en España como en América, el establecimiento de pies forzados para improvisar
décimas espinelas está documentado desde el siglo XVIII, en el que consta ligado a
determinados perfiles de veta goliardesca. De ese tiempo datan, por ejemplo, los pies
forzados conceptualmente comprometedores que resolvía airosamente el peruano
Francisco del Castillo, “el Ciego de la Merced”. En el siglo XIX, figura en
determinados libros de viaje extendido a los sectores populares, entre los que debió
73
gozar de arraigo para que Larra lo sitúe entre esas costumbres españolas contra las que
arremete en El castellano viejo (1823).
El pie forzado aportado tradicionalmente para confeccionar décimas improvisadas
consiste en un verso octosílabo abocado a cierre de la estrofa a generar. Este modelo de
pie forzado está vigente en el vasto mapa de la repentización y folklorización
espineliana, a lo largo y ancho del ámbito panhispánico. Se debe matizar, que en ciertas
tradiciones se denomina pie forzado a la aportación de frases o palabras a introducir en
la décima, sin obligatoriedad de que sean octosílabos.
En el arte de los versadores canarios también se da el nombre de pie forzado a la
reiteración de un mismo final durante varias décimas consecutivas, sin necesidad de que
éste haya sido impuesto externamente. En ese caso, antaño muy frecuente, se dice que el
versador «se montó en un pie forzado» o «armó un pie forzado», pie que puede, a su
vez, afectar sólo al último verso, o bien abarcar los dos últimos. Para pies forzados
impuestos externamente, lo tradicional en el arte de los versadores es aportar un solo
verso, típicamente octosílabo50. No obstante, durante los últimos años, por influjo
directo del repentismo cubano profesional —con el que el arte de los versadores
mantuvo, especialmente entre las décadas de los ´90 y 2000, una interacción artística
fluida— ha penetrado en Canarias la utilización esporádica de otras modalidades de pie
forzado, como los pies forzados múltiples (varios octosílabos simultáneos), los
sintagmáticos (arranque de verso) impuestos y autoimpuestos, e incluso la décima de
calcetín (cuatro pies forzados a introducir en una misma estrofa cuyo orden compositivo
ha de invertirse en una segunda exposición, tratando de conservar el sentido sin alterar
la sintaxis inicial).
La mayoría de los miembros de Decimarentena poseen facultades de improvisación
poética y están, a nivel directo u observacional, relacionados con la resolución de pies
forzados en el repentismo. Pero las condiciones perjudicaban un cultivo oral inmediato,
basado en la interacción presencial. Y el tedio exigía rumbos lúdicos con los que evadir,
aunque fuera a ratos, la preocupación. Y bien visto, el pie forzado, además de reto, se
puede considerar un divertimento literario. La traslación del pie forzado al ámbito de la
escritura no deja de ser un ejercicio de cita intertextual consciente, un ejercicio que,
salvo matiz cuantitativo, emparenta con la glosa tetraversal, típica en el cultivo
espineliano. El pie forzado abordado sistemáticamente por los miembros del grupo
surgió de forma accidental. Se compartió la ilustración de personas confinadas en una
jaula rondada por pájaros libres, acompañada del texto: «Las vueltas que da la vida».
Acaso por su constitución octosilábica y su prestancia semántica, uno de los miembros
señaló que aquél sería un buen pie forzado, observación que, en escasos minutos, fue
respondida con décimas que le daban la razón. El pie se mantuvo vigente varios días. Y
asombra con qué originalidad e ingenio se le sacó tanta punta y jugo a un cliché. Como
puede observarse en la siguiente muestra, la labor de los decimistas lo realzó,
obligándolo a alumbrar cosecha:
50
En La Palma alcanzó el grado de tradición, algo caída en desuso, un ejercicio compositivo
afín; consiste en aportar un octosílabo con el que el versador ha de abrir la décima. Tanto el ejercicio
como el octosílabo merecen el nombre de «pie de décima».
74
Mirando hacia los abismos,
llegué a esta conclusión:
la mejor conversación,
viene de nosotros mismos.
No te distraigas con seísmos,
siempre busca la salida,
aunque parezca escondida,
siempre, en cada amanecer,
volverán a florecer
las vueltas que da la vida.
El humano ha disfrutado
de la gran Naturaleza
y hoy en día, la gran sorpresa,
hay medio mundo encerrado.
Un virus se ha propagado
de manera desmedida,
hace años fue el Sida
y bien se pudo parar,
y hoy nos quieren encerrar,
las vueltas que da la vida.
Neri Leal
Un hombre, experimentado
desde el Edén al infierno,
se creyó con el gobierno
del saber más elevado.
Pero un día su legado
perdió en amnesia temida.
Ya ante la vital partida,
clamó, en un destello grave:
-Ni aspa de molino sabe
las vueltas que da la vida.
Yapci Bienes
75
vi cicatrizar la herida
hasta dejarse de ver,
y a esa flor reverdecer:
¡Las vueltas que da la vida!
Daniel Cruz
Joseíto Bienes
76
Cuán grande es la inspiración
cuando la tristeza acecha,
poesía queda hecha,
tatuada en el corazón.
Ante la abominación,
ser humano por herida
clausurado sin salida…
¿Y si todo es un sueño?
Pues es que no tienen dueño
las vueltas que da la vida.
77
despertar la consentida
conciencia es doloroso,
hoy repaso con sollozos
las vueltas que da la vida.
Héctor Piñero
El presidente canario
nos acaba de anunciar
que un mes más se debe estar
encerrado y solidario,
Es lógico y necesario,
de manera consentida,
que no falte la comida,
ir sólo al supermercado,
los plátanos y el ganado…
Las vueltas que da la vida.
Neri Leal
Pedro M. Álvarez
78
nos adueñamos de todo,
transformando a nuestro modo
el planeta en general.
Contaminación fatal
mucha basura vertida,
toda especie sometida
y, en su jaula de oro fina,
este virus nos confina,
las vueltas que da la vida.
Yapci Bienes
Javier Cabrera
Amueblada mi cabeza
con varias incertidumbres,
dudas de nieve y de cumbres
ante la naturaleza.
Como un puzle, cada pieza
tiene que encontrar cabida.
51
Respetamos la peculiar castellanización de la voz sprint, que redunda en consonante.
79
¿Quién diría que, sin salida,
volverían los animales,
repoblando los canales?
¡Las vueltas que da la vida!
Pedro M. Fernández
Yapci Bienes
Jonay Castilla
80
Suben el agua y la luz
cuando estás más tiempo en casa,
esto parece de guasa
y para mí una gran cruz.
Ya que veo por el trasluz
también con otra medida:
la gasolina en caída
cuando menos cojo el coche,
y es que dejo más derroche,
las vueltas que da la vida.
Pedro M. Fernández
Neri Leal
81
Y el hombre, espuma rendida
en orgásmico desgarro,
dijo -encendiendo el cigarro-:
-Las vueltas que da la vida.
Yapci Bienes
Pedro M. Fernández
Neri Leal
82
A Justo, buen compañero,
no lo veo con cachucha,
pa' que vaya a la lucha
yo le presto mi sombrero.
Si hay un recuerdo entero
que mi mente consolida,
son esas luchas floridas
del Pollo del Decanato,
¿No vendrán por garabato
las vueltas que da la vida?52
Héctor Piñero
Yapci Bienes
Yo asistí a su nacimiento
52
Igual que hemos destinado más arriba una nota a documentar particularidades de la lucha
canaria, previendo la llegada de este libro a foráneos, señalamos aquí que: en el argot luchístico, la
calificación de «pollo» se reserva, por lo general, para bregadores destacados. Dentro de ese argot, el
aludido garabato es una maña. Consiste en enroscar la pierna en la del contrincante, tras lo que el
ejecutante tira de ella hacia sí, mientras tiende a proyectar el tronco sobre aquél, además de ejercer fuerza
sobre éste mediante las bocamangas del pantalón. El garabato, pues, es maña que encierra cierto
movimiento giratorio. El poeta se aprovecha de ello, dando a entender que la vida viene a tumbarnos,
pero también remitiendo a su enmarañamiento, patente en la maña susodicha, así como en la acepción
más común del término «garabato».
83
y los tuve entre mis brazos,
mi corazón en pedazos
se parte del sufrimiento.
Con mi triste sentimiento
me siento como un suicida,
echando sal a la herida
y al mayor de mis fracasos,
no ver sus primeros pasos,
¡las vueltas que da la vida!
Yapci Bienes
De adivino no sé nada,
pero me da por pensar
que el virus se va a aguantar
y este año no habrá Bajada.
La gripe bien instalada
y muy poco conocida,
sin la vacuna aguerrida
que nos pudiera ayudar,
las fiestas van a pasar,
84
las vueltas que da la vida.
Neri Leal
Murió por enamorado
en tres vueltas un pastor
¿quién seguirá su labor
y cuidará su ganado?
Y siendo tan avezado,
el tiempo dio su medida;
casi ganan la partida,
pero seguimos en vueltas,
y es que aún no están resueltas
las vueltas que da la vida.
Héctor Piñero
Yapci Bienes
85
Nómina de autores (por orden alfabético) con fotografía y reseña biográfica y
artística.-
Integrante de una saga versadora, debutó públicamente como tal en 1998. Su labor
creativa dentro de esta tradición le ha permitido participar en numerosas fiestas
populares y eventos culturales por todo el archipiélago. Típico integrante de las
delegaciones canarias en eventos dedicados a la improvisación poética, ha visibilizado
la tradición versadora en gran parte del territorio nacional y visitado países como Cuba,
Argentina, México, Italia o Portugal, acumulando más de un centenar de participaciones
en eventos repentísticos de carácter internacional. A lo largo de estos años, ha
compartido escenario con los versadores canarios más sobresalientes y con algunos de
los repentistas foráneos más prestigiados en el ámbito panhispánico. Entre su
producción discográfica destacan: Controversia a sangre y fuego, junto al ilustre
repentista Adolfo Alfonso (Digipalma, 2000) y Cantado a: El mar, junto al destacado
versador José Bienes (Digipalma, 2002).
En paralelo a la oralitura, cultiva desde hace años la poesía escrita. En ese campo ha
publicado los poemarios y plaquettes: Utopía de los cuerpos (2004, La Laguna: Excmo.
Cabildo Insular de La Palma), Yacimientos (2005, Santa Lucía de Tirajana: Anroart),
86
Del oficio sediento (2007, Zaragoza: Ayuntamiento de Zaragoza, Servicio de Cultura),
Noche iluminada (2009, Gran Canaria: Consejería de Bienestar Social, Juventud y
Vivienda del Gobierno de Canarias), Ella sobre tiempo (2012, Madrid: Tritoma),
Autocosmos (2017, Tenerife: Cartonera Island) y Acabamiento (2018, Madrid:
Ediciones La Palma). Muestras de su poesía han sido incluidas en diversas antologías,
entre las que constan: Miradas desde la experiencia (2017, Almería: Letra Impar),
Fragua de preces, antología poética latinoamericana (2020, Abra Cultural) o Sin mar
por medio, antología de poetas canarios y cubanos (2020, Gran Canaria: Plutonio). Su
actividad poética se ha visto reconocida con más de una veintena de distinciones
literarias. Finalista en premios tan relevantes como XXIV Concurso Internacional de
Poesía Ciudad de Zaragoza (2006); I Premio Internacional de Poesía Joven Fundación
Centro de Poesía José Hierro (Madrid, 2011) ó XII Certamen Internacional de Poesía
Martín García Ramos (Albox, Almería). Ha obtenido accésits y menciones de honor,
entre otros, en: Concurso Iberoamericano Cucalambé en Décima Escrita (Las Tunas,
Cuba, 2010) ó IV Certamen Literario Leopoldo de Luis (Madrid, 2012). Ha obtenido el
máximo galardón, entre otros, en: II Certamen Poético Juan Alvarado (Gran Canaria,
2005); XI Certamen de Poesía Gumersindo Galván de Las Casas (La Palma);
IV Certamen de Poesía Joven Emilio Alfaro Hardisson del Ateneo de La Laguna
(Tenerife, 2009); X Certamen Fernando Quiñones (Cádiz, 2010); VII Certamen
Internacional de Décimas de Tuineje (Fuerteventura); I Certamen Literario Ana María
Navales (Zaragoza, 2012) ó XXVI Premio de Poesía Emeterio Gutiérrez Albelo
(Tenerife, 2012).
88
I. Jonay Castilla Rocha (1977-)
53
En el imaginario guanche, se estimaba que una deidad maligna, de nombre Guayota, habitaba
las entrañas del Teide.
89
Daniel Cruz Rodríguez (1995-)
90
Victoria Díaz Bienes (1992-)
Es natural de El Paso, con raíces mancheras. Persona noble y sociable. Ha ejercido muy
diversas profesiones, entre las que se incluyen las de militar, repartidor, cocinero o
jardinero. Al respecto, señala que ha entendido los trabajos como una oportunidad de
aprendizaje constante. Le gusta hacer deporte, realizar actividades al aire libre, caminar,
leer, los juegos de mesa, los títeres (en cuya elaboración artesanal tiene experiencia),
compartir fiesta con amigos y, a veces, disfrutar de la soledad. Es amante de las
tradiciones folklóricas, en algunas de las cuales ha participado directamente. La décima
la conocía desde hace tiempo, pero su aproximación a ella de forma activa se produjo
recientemente, a través del Proyecto de activación y afianzamiento del arte de los
versadores, con sede referencial en Tijarafe. Mediante las actividades allí establecidas,
91
ejercita y perfecciona la composición, habiéndose iniciado en la improvisación poética y
el canto. Ya ha visibilizado en público alguna de sus composiciones, recitando en fiestas
locales.
92
Marcos Lorenzo Martín (1976-)
«Nací en Londres un 12 de noviembre de 1976, ya que mis padres allí emigraron, como
otros muchos palmeros, en esos años. Tras regresar siendo aún muy pequeño, me formé
en Tijarafe, luego en Los Llanos y finalmente en La Laguna donde terminé la
licenciatura en Historia. Habiendo iniciado el postgrado, me ofrecieron la oportunidad
de concurrir en una lista electoral por Coalición Canaria en Tijarafe. Así fui cuatro años
concejal y posteriormente Alcalde del municipio que me vio crecer, cargo que ostento
con orgullo y pleno compromiso en la actualidad.
Entre mis recuerdos infantiles más queridos guardo las ganas con que, cada
septiembre, coincidiendo con las Fiestas Patronales en Honor a Nuestra Señora de
Candelaria, esperaba la llegada del Festival de Punto Cubano. Allí eduqué mi oído y
cultivé el gusto por este arte improvisado, escuchando a los viejos versadores, muchos
de ellos hoy ausentes. Unos años después, ya estudiando en La Laguna, tuve la suerte de
participar en un taller de Punto en la Facultad de Física, junto a otros palmeros y en
torno al mecenazgo de Justo Roberto Pérez Cruz».
93
Jesús Cristo Pérez Álamo (1988-)
Natural de Villa de Mazo. Se dedica a diversas labores del sector primario. Desde
temprana edad sintió atracción por el folclore popular y en especial por la décima. Su
juventud transcurre entre Malpaíses, Lomo Oscuro y La Salemera, espacios donde las
fiestas populares de San Juan de Belmaco, Las Cruces y la Virgen del Carmen están
muy ligadas a la cultura decimista y al arte de los versadores, lo cual le sirvió para
mantener contacto temprano con esa tradición. Biznieto de un decimista y criado en un
ambiente estimulante, Cristo empezó a componer y entonar versos desde niño.
Según sus propias palabras, el punto de inflexión que lo arrastró a la improvisación fue
el descubrimiento de un casete en el que cantaban sus décimas Bernardo Gutiérrez y
Francisco Arteaga, “El Gomero”, a quienes, tras escuchar con atención, «intentaba
contestar cómo podía». Transcurrido algún tiempo, fue invitado a la Fiesta de las Cruces
de Malpaíses por el activista cultural Arquímedes García Gotera, donde cantó junto a
los versadores Joseíto y Yapci Bienes, con quienes aprendió el esquema de la espinela
(pues improvisaba en redondillas sin enlazar) y arrancó con ellos su andadura por las
rutas de la improvisación poética. Con posterioridad, se perfeccionó en los ensayos
avanzados del Taller insular de versadores de La Palma y, dada su destreza
compositiva e interpretativa, comenzó a ser invitado a diversos eventos culturales,
fiestas populares y festivales. En la actualidad, es integrante del Grupo de versadores
Punto y Clave, referente del punto tradicional y el arte de los versadores en Canarias. Es
un versador reposado, de dulce tonada y picardía en las ideas, atributos por los que se le
considera uno de los mejores versadores palmeros en activo, gustando tanto a los
propios versadores como a la afición. Ha participado en programas radiales y
televisivos. Así mismo, ha versado en varias islas y participado en relevantes festivales
de improvisación poética, como los internacionales De repente, en Compostela
(Galicia), Festival Internacional de Regueifas de Vigo (Galicia) o La isla en verso
(Fuerteventura). Aparte de la décima improvisada, cultiva por escrito la poesía popular,
en moldes diversos, entre los que sobresalen las estrofas tradicionales.
94
Justo Roberto Pérez Cruz (1960-)
95
Héctor Piñero Rodríguez (1974-)
«Nací en el 74 y me crie en una Puntallana de los ’80, algo más rural que ahora, rodeado
de lo que ahora sé que era tradición. Comenzó mi periplo y hasta ahora. Siempre el
recuerdo me acompaña. Los primeros encuentros con la décima los tuve entonces,
cuando quizás no supe apreciarlos. Mi abuela vivía conmigo y recitaba las décimas que
su memoria retenía usando ese recitar que sólo después supe importante. Mi abuelo
cantaba una o dos décimas siempre con esa misma tonada rasgada, sentida mientras
tumbaba monte. También recuerdo a aquel vecino que cantaba improvisando y relataba
su mal existir entre vapores de alcohol. Sólo después, en los años de la universidad supe
lo hondo que se arraigó aquello y de la capacidad de hacer poesía. Así, junto con otros,
formamos El Taller en la Facultad de Física, lo que nos trae aquí. Hoy, después de un
espero que corto letargo, estamos aquí en la brega, con el convencimiento de que, más
que nunca, necesitamos de nuestras raíces, de esa cultura popular alejada de las tarimas
y preñada entre la gente.»
96
Bibliografía citada.-
AUSTIN, J.L. (1990). Cómo hacer cosas con palabras: palabras y acciones. Urmson,
J.O. (Comp.). Barcelona: Editorial Paidós.
CARO BAROJA, J. (1979). La estación del amor. Fiestas populares de mayo a San
Juan. Madrid: Taurus.
GUERRA Y PEÑA, L.A. d.l. (1951). Memorias (Tenerife en la segunda mitad del siglo
XVIII). Cuaderno I: Años 1760-1770. El Museo Canario (Ed.). Con proemio de Benítez,
S. Las Palmas de Gran Canaria: Consejo Superior de Investigaciones Científicas/
Patronato José M.ª Quadrado.
RUANO, P. (2004). Lucha canaria. Historia, mañas y vivencias. Las Palmas de Gran
Canaria: Litografía González.
SIEMENS HERNÁNDEZ, L. SIEMENS, L. (1970). «Noticias sobre bailes de brujas en
Canarias durante el siglo XVII. Supervivencias actuales». Anuario de Estudios
Atlánticos, Núm. 16, 39-63.
98
Ayuntamiento de Tijarafe